Tuesday, April 26, 2011

*El pensamiento de Cervantes* & antihumanism

Today I have been working through some of my conceptual frameworks for a piece on the interaction between human/nonhuman in the sertão, as it is manifest in Brazilian films from the 1960s & 1990s.  Rocha's manifestos, discusses in a previous post, have allowed me to think more about my reaction and use of the term humanism.  As well, I think my designation of humanist (or humanism) may not be far off from Neyrat's antihumanism because he re-reads the humanist traditions instead of urging that they be chopped up into bits and sold off to cyborgs.  In this case, he is more in line with Adorno & Horkheimer in The Dialectic of Enlightenment etc....

Perhaps as a response I will offer some of my commentary on Castro's classic, albeit incomplete, work El pensamiento de Cervantes, which brilliantly analyzes what he claims to be the content of Cervantes' though, but not his (literary/poetic) form.  I might disagree with this description -- at least by today's standards...

aquí va el primer pedazo de un análisis largo:


Al acercar a El pensamiento de Cervantes (1972) un lector cualquiera debe reconocer que es un estudio no fracasado sino abortado a causa de otros quehaceres más relevantes a los proyectos maduros de Castro: “las vigentes acerca de quiénes son los españoles”.  Mi intento aquí  no es sólo dar un bosquejo preliminar a prima facie sino de establecer varios vínculos entre este primer proyecto castrista y la trayectoria compleja entre el humanismo y la literatura del siglo XVI desde nuestro punto de vista crítico.   De veras El pensamiento es un estudio imprescindible por su recorreo enorme de fuentes.  He aquí el índice general:
I.      La orientación literaria
II.    Análisis del sujeto y crítica de la realidad
III.  El error y la armonía como temas literarios
IV.  La naturaleza como principio divino e inmanente
V.     Otros temas [El vulgo y el sabio, Las armas y las Letras, Los españoles, Lo picaresco]
VI.  Ideas religiosas
VII.                  La moral
Conclusión [relación de siglas]

Su cuerpo textual aparece desmesurado:  fuentes, notas y redacciones, por ejemplo, llenan la mayoría del espacio mientras que los argumentos principales a veces parecen preliminares. Para Castro, es imposible entender “el ángulo vital” de Cervantes sin examinar las ideas que se nutren su proyecto.  Lo menciono no para criticar sino para entenderlo mejor.  El acto es sumamente anacrónico, entre dos momentos históricos del crítico maestro: investigaciones al principio de su carrera que han llegado a publicación al final de su vida.  Mas no sugiero que la aproximación sea sumamente equivocada sino subdesarrollada.  Castro mismo menciona en su “Nota del autor a esta nueva edición”: “Decidí entonces dejar mi primer libro cervantino en una vía muerta, y orientar en otro sentido la averiguación de los cómos y los porqués del Quijote”.  De acuerdo con nuestra percepción hoy, El pensamiento es un texto muerto (antes de su fruición final).  Así que en cuanto a la tesis principal: el pensamiento humanista, que había tenido una influencia enorme en los intelectuales españoles en el siglo XVI, también proveyó la mayoría del contenido y forma en los proyectos cervantinos.  De ahí, Castro se hace hincapié en las semejanzas entre escritores humanistas como León Hebreo y Cervantes.  Aquéllas son tan enfatizadas por Castro que a veces nos da un par de citas textuales juntos en la misma página.  Como indica el título, la interpretación se enfoca más en el contenido que en forma.  Su “Nota” explica: “me llevó a conceder primaria importancia a temas abstractos más bien que a la singular maravilla del modo cervantino de novelar”.   Ya vemos una especie de redacción en su lenguaje: un reduccionismo filosófico tal vez no contenga “la maravilla” literaria.  Hoy en día, como veremos, tal tesis causa una variedad de dificultades con respeto a la recepción contemporánea  (por lo general) del cuerpo cervantino, cuya riqueza literaria (e ideológica)  se delinea en conceptos como la parodia, la heterogeneidad, la novela experimental y, otra tendencia estilística e ideológica, el barroco.  Sin embargo,  Con respeto a su análisis, lo fascinante es encontrar los huecos que aún están vaciados después de la publicación en 72.  Así que me interesa re-tocar algunos de sus temas principales como la verosimilitud (vista por la mentira) y la naturaleza.
            Antes de entrar en el texto, sería útil elaborar una definición concreta del humanismo, como fue considero en aquella época.  Dicho en otras palabras, una definición en desarrollo entre nuestro momento y aquello del XVI.  Los humanistas siempre quieren estar en medio del camino.  La retórica señala la necesidad de establecer una armonía entre elementos en conflicto – varios registros culturales, políticos y lingüísticos.  El concepto nos lleva al binario por el estatus mismo del humano o, digamos, lo humano (para distanciarnos de cualquier sujeto establecido).  Por un lado, la jerarquía rígida o cristalizada de la visión cristiana se derrumbe.  O por lo menos debe restablecerse en otros términos (humanos).  Por otra parte, los elementos humanos en esta especie del pensamiento se evitan una evaluación científica.  La civilización sigue siendo distanciada del estado natural (del hombre mismo).  Por introducir o enfatizar una variedad de elementos mundanos, los erasmistas sí establecen un ámbito clave en la tradición occidental, mas carecen de analizar su propio objecto – nosotros mismos.  Las prácticas de investigación en las humanidades continuamente intentan a evaluar este mismo término.  Por ejemplo, varios campos de crítica cultural y literaria investigan precisamente para re-evaluar lo humano colocado en su propio ambiente – es decir, al frente de nuestro imaginario (romantizado) – la naturaleza.  De ahí, los escritores de la época abrazan abiertamente el pastoral, el lenguaje vulgar – o por lo menos su representación.    Según el comentario de Historia social de la literatura española,
La naturaleza tiene un papel primordial, pues, en efecto, se parte de la idea básica de que aquélla es armoniosa precisamente para el amor y por el amor, al tiempo que es éste, el amor, el camino para reintegrarse a un cosmos sentido todavía como orgánico y total, frente a las divisiones y los conflictos producidos por el sistema social como tal.  (220)
 En seguida, se menciona la falacia patética: el artificio poético que establece la Naturaleza como reflejo (o trasfondo) de los sentimientos humanos.

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